miércoles, 30 de noviembre de 2016

FABÚLA DE JEAN DE LA FONTAINE







La cigarra y la hormiga
Jean de la Fontaine

Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.
Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.
- Te pagaré la deuda con sus intereses; -- le dijo --antes de la cosecha, te doy mi palabra.
Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:
- ¿ Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello ?
- Cantaba noche y día libremente -- respondió la despreocupada cigarra.
- ¿ Conque cantabas ? ¡ Me gusta tu frescura ! Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía.

No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.




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